Otoño

Otoño
El Retiro (Madrid)

viernes, 28 de diciembre de 2007

PROGRAMITA NAVIDEÑO

A mis sobrinas, a quienes adoro, les tocó con su padre (mi hermana está separada).

Mi hermana, segundas navidades viuda de su segundo marido.

Nuestra amiga (de mi hermana y mia), que es como otra hermana, con la que siempre hemos celebrado las fiestas, junto con su hijo, mis sobrinas, etc., justo el día 23 ¡bronca monumental entre ella y mi hermana!, irreconciliable, al menos por ahora.

Mi hijo, aunque esto no me pilla de sorpresa, toda la vida ha pasado de convencionalismos, también pasa de fiestas impuestas. El a su bola.

Nochebuena?: mi madre, mi hermana y yo. Y de este trío podría también hacer algún comentario, pero mejor no menearlo, que la mierda, cuanto más se remueve, peor huele.

¿Por qué será que no me entusiasman las Navidades?.

Ya pasaron dos eventos, nochebuena y navidad. Fueron tranquilos, que no es poco.

Nochevieja parece que, a priori, tiene mejor pinta. (Incluso es posible que esté mi hijo). Esto merece poner una cosa que me ha enseñado mi amiga, que se llama emoticón (el simbolito, no mi amiga) :D, este no es, es este otro :) El humor que no falte.

Feliz salida y entrada de año para todos los "amigos" bloggueros del mundo, para los que no lo son y para el mundo en general. Creo que somos más de seis mil millones, hay opiniones para todos los gustos...

martes, 25 de diciembre de 2007

AMIGOS INVISIBLES

Ayer leí en El País una entrevista a un cómico que decía

Yo sólo utilizo Internet para trabajar. Me parece triste buscar amigos por Internet. Me gusta leer en papel, bajar a la tienda y ver a la gente.

No estoy de acuerdo, a mí también me gusta leer libros y periódicos, comprar en las tiendas y todos los días veo a cantidad de gente en el trabajo en la calle. Y tengo amigos tangibles.

Pero una cosa no impide la otra. Es otra opción.

Me gusta acceder a los pensamientos y sentimientos espontáneos de personas que no son ni periodistas, ni literatos. Los encuentro más cercanos. No me importa no conocerlos físicamente, y sí su interior, su alma, su espíritu, llamémoslo como queramos.

Y pueden llegar a considerarse amigos, aunque sean "invisibles".

Esta comunicación es un entretenimiento, un juego de misterio. Nadie sabe quién soy en realidad.

Me parece precioso que haya una relación entre personas que no se conocen, y tal vez no se conozcan nunca.

Llevo poco en esto, pero estoy enganchada.

Lástima que no pueda dedicarle todo el tiempo que quisiera. Sólo puedo hacerlo desde el curro, pero no demasiado, y a veces desde las casas de los amigos; pero tampoco es muy cómodo.

Me gustaría escribir por la noche, pero en casa no tengo el kit, aunque en realidad sólo me faltan dos cosas: el ordenata y la conexión a Internet... Oye: ganas tengo.

Se lo pediré a los Reyes (Magos).

No recordé hacerlo a Papá Nöel: me va fallando la memoria...

sábado, 22 de diciembre de 2007

¿DUCHA FRÍA?

¡Justo en las Navidades!, ¡justo cuando hay más fiestas seguidas al año!.

El día 18 se estropeó mi termo. No hace tiempo para ducharse con agua fría.

Inmediatamente fui al sitio más cercano, "Menaje del Hogar", a comprar otro. Estupendo, lo pagué y me dijeron que rápidamente iría el fontanero con el termo a instalarlo.

El día 21, ni flores, fui otra vez y me dijeron: que si no lo tenían en la tienda.., que si eran malos días..., pero los muy jetas (por no decir algo más fuerte), no lo dijeron cuando lo compré y tuve que pagarlo en el momento. Así que hecha una fiera les exigí que me devolvieran el dinero.

He ido a otro sitio, espero tenerlo en 3 ó 4 días.

No deja de ser diver, ahora estoy como en el siglo pasado, mejor dicho: en el XIX por lo menos.

Calentando agua en cacerolones tamaño rancho, con barreños, con cacitos, (necesitaría una regadera), en fin, lo que podía hacer en 15 minutos, lo hago en una hora.

No es ningún drama, pero es muy molesto, y vuelvo a pensar otra vez en mi refugio jerezano.

Allí llevo 5 ó 6 años, somos 7 vecinos, contándome yo, y tengo al menos tres o cuatro con los que no tendría ningún problema en ir a su casa a ducharme, con toda la confianza y tranquilidad.

En Madrid, llevo muchos más años, somos 23 vecinos, y no tengo ni siquiera uno con el que pueda hacer eso. ¡Qué diferencia!. Yo soy la misma en los dos sitios. ¿Son las masas?, ¿son las personas?, ¿son las culturas?. Decididamente me quedo con mi refugio. ¡Felices fiestas!, y disfrutad de vuestras duchas.

martes, 18 de diciembre de 2007

Hacía mucho que no venía, me cuesta salir a flote, pero como ya he salido muchas veces últimamente, sé que puedo volver a hacerlo.

Tengo la sensación de de haber desperdiciado parte de mi vida, aunque no me deprime ni me hace sentir demasiado mal, me repito: ¡sé positiva!.

Pensarlo me hace reaccionar, me dá fuerzas para, a partir de ahora, enmendar algunas cosas, y disfrutar de cada momento, aun con las cosas más sencillas, sacar partido de cualquier cosa agradable que pueda ofrecerme la vida.

Ayer estaba regular... el día gris, llovía, pero después, mirándolo bien pensé, también es bonito un día así.

Quiero ser realista (no pesimista), y lo cierto es que los frentes abiertos no son muy halagüeños, el trabajo me tiene estresada, la familia me agobia "un pelín", de amores mejor no hablar.

Afortunadamente los amigos no me fallan, ellos me llenan, me agarraré a esto, algo es algo, y esto es mucho.

A mi refugio me iré en enero unos días, pero voy a intentar no encerrarme sólo en él, aunque es muy agradable, llevo cinco años sin ir a ningún otro sitio. Hace años hice un viaje a Praga, la ciudad me cautivó pero me supo a poco, mi próximo objetivo, entre otros, será repetir ese viaje.

¡Menudo caos tengo!, ¿estoy bien?, ¿estoy regular?, no sé, lo cierto es que, en general, no estoy demasiado mal, voy avanzando...

sábado, 1 de diciembre de 2007

ALTIBAJOS

Llevo una semana "chunga", llegué a estas tierras, hoy sábado, hace 7 días.

Con un cuaderno y un boli escribí desde el tren, lo que a continuación transcribo:

"Escribo desde el tren, me dirijo hacia mi refugio gaditano.

Me siento triste y no debería, me había propuesto ser optimista para siempre.

Es una lucha contínua contra el desaliento, pero no pienso dejarme vencer, la vida no es fácil, y lo sé.

Ni los contratiempos, ni las preocupaciones, ni los deseos insatisfechos, ni el otoño, van a poder con mi nueva filosofía de vida, aunque tenga que esforzarme todavía más.

En estos momentos, tengo la sensación que no hago nada a derechas. Pienso que debía haber hecho algo que no hice, antes de emprender este viaje, o tal vez no, de todas formas mejor olvidarlo, ya no tiene solución.

Me da rabia porque últimamente mi máxima era: es mejor arrepentirse de haber hecho algo, que de no haberlo hecho.

No siempre las cosas salen como se piensa o se desea, al menos inmediatamente, puede que tengan razón al decirme que soy impaciente.

A veces tengo la impresión de que vivo la vida muy deprisa, como si fuera corriendo hacia algo, pero realmente no sé qué es. Me siento como si viviera volando, sin sacar ningún partido a cada minuto y cada día, tengo la sensación de hacer, nada."

Hoy parece que empiezo a salir del bache, voya a alimentar mi "optimismo".

Creo que no debo quejarme, tengo trabajo, familia, amigos y salud (esto último con algunas reservas, "la vejez no viene sola").

Voy a imaginar que me quedan muchas cosas maravillosas por vivir, paciencia, ya llegarán.

Como dice una canción: un día de estos en que suelo pensar "hoy va a ser el día menos pensado".

Volveré pronto, y será una buena señal, estos días era incapaz de meterme en el blog.

lunes, 19 de noviembre de 2007

AMOR Y CONVIVENCIA

Creo en el amor, pero no en el matrimonio.

Creo en el amor, pero tengo miedo a la convivencia.

Ni el amor, ni el cariño, ni la amistad, pueden ser una obligación, ni un deber, ni una promesa.

Tienen que ser sentimientos independientes de cualquier atadura, y la convivencia para mí lo es. Es como una "encerrona".

Me horroriza la idea de amar o querer a alguien con toda el alma y llegar a odiarle por no encontrar una "salida".

Tal vez sea exceso de romanticismo, pero quisiera poder tener estos sentimientos, de amor y cariño hacia alguien, toda la vida.

Hace años, un amigo me pidió en varias ocasiones que me casara con él, al ver que contestaba con evasivas me preguntó ¿por qué no quieres casarte conmigo?, le contesté que porque dejaríamos de ser amigos, fue una broma, una forma suave de dar una negativa, pero en el fondo había algo de verdad, la respuesta no la pensé, fue espontánea.

Pienso que la convivencia puede acabar con el amor y con la amistad.

Creo que todos necesitamos tener nuestro espacio, para poder vivir esos instantes tan íntimos, que no queremos compartir, por obligación, ni con quien más amamos.

No tienen que ser momentos importantes ni trascendentales, simplemente deseos de estar sola con tus silencios y meditaciones sin que nadie te perturbe.

Poder estar con esa persona sólo cuando ambos lo deseemos, ya sea un amor o una amistad. No quiero nada por "compromiso". Aunque sí por necesidad, necesidad de apoyo, necesidad de consuelo, necesidad de cuidados, entonces sí estaría dispuesta a acudir a una llamada, aunque en ese momento no fuera mi mayor deseo.

No me gusta que me agobien con preguntas que no quiero contestar, ni que me digan que tengo que hacer lo que no deseo, ni que opinen por mí, ni que pretendar saber cómo soy, sin admitir que puedan equivocarse, ni que me den consejos sin pedirlos.

Aun así, pienso que no soy un bicho raro, creo que muchas personas opinan lo mismo.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

OPTIMISMO E ILUSIÓN

El año pasado estuve 9 meses con depresión, pensé que mi vida estaba acabada.

No tenía ilusión por nada.

Me iba, de vez en cuando, a mi refugio gaditano, y ésto, que antes me inundaba de felicidad cada vez que bajaba del tren y ponía un pie en el suelo, ahora sólo me producía una mayor tristeza, al comprobar que ya ni siquiera estar ahí me ilusionaba.

Este verano, en un atardecer, estando en la playa de la Victoria de Cádiz, me sucedió algo extraordinario, fue una explosión de optimismo, quizá producida por la belleza del paisaje.

Empecé a meditar sobre mi vida, mis experiencias, mi pasado (pero sin añoranza).

Lo que hasta ahora me había parecido gris, lo vi totalmente diferente.

Pensé sobre todo, en todas las personas que había conocido, a las que algunas hacía muchos años que no veía.

Comprobé que había tenido experiencias bellas y agradables, con momentos que nunca llegué a apreciar mientras los vivía, y que ahora, sin idealizarlos en ningún momento, los veía intensos y llenos de color.

Me propuse localizar a algunas de estas personas, las que habían sido más importantes para mí, en cuanto volviese a Madrid, a mi vida cotidiana.

Es una pena que no disfrutemos de cada minuto que vivimos, mientras lo estamos viviendo, pensando tal vez, en lo que fue o pudo ser o en lo que vendrá.

Ahora sigo manteniendo esta filosofía, y puedo asegurar que funciona, es cuestión de ponerle un poco de optimismo.

Pensar que si hoy algo sale mal, mañana es casi seguro que se puede arreglar.

Pensar que si hoy ha salido todo bien, mañana puede ser mucho mejor.

Sólo es cuestión de creerlo de verdad y, por supuesto, de no desear alcanzar la Luna.

Todo esto no quiere decir que mi vida haya cambiado drásticamente, sigo teniendo problemas y deseos insatisfechos, pero tengo fe en que mañana puedo tener sorpresas agradables y deseos cumplidos, o puede ser la semana que viene, o el mes que viene, eso es lo de menos.

Lo importante es tener esperanza e ilusiones.

sábado, 10 de noviembre de 2007

MI PRIMER BAILE

Mi primer baile fue un desastre de principio a fin. La experiencia es un lujo, un tesoro, me hubiese gustado nacer de la muerte y vivir la vida al revés, ¿absurdo?, sí, pero esto creo le pasa a mucha gente, al menos yo he oído muchas veces: si aquello hubiese sucedido ahora, otro gallo cantaría, o cosas por el estilo. Yo veraneaba con mis tíos y primas en un pueblo de la mancha, de cuyo nombre me acuerdo perfectamente, pero me lo callo, tendría 15 ó 16 años de vida, pero en realidad era como si tuviera 12 ó 13, tanto por mi físico, delgada y sin desarrollar en absoluto, como por mi mentalidad, prefería los muñecos a los chicos.

Mi tía era muy ¿Guasona?, y mi prima muy marchosa, sólo tenía un año más que yo, pero estaba loca por ir al baile, y a mi tía no se le ocurrió otra cosa que decir que si yo no iba, mi prima tampoco. Yo estaba horrorizada y mi prima como loca intentando convencerme, yo le decía: parezco una niña, estoy totalmente lisa, esto no fue problema para ella, rápidamente me trajo un sujetador suyo, lo llenó de algodón y ya estaba dado el primer paso, después un poco de maquillaje y todo arreglado. Yo iba como si fuese al matadero, no me reconocía. El salón de baile me pareció grandísimo y sin ningún atractivo, era como una nave.

Empezó la música, se acerco un chico a "sacarme" a bailar, yo me quedé quieta y sin habla, pero mi prima me animó, baila, baila, baila, allí me dejó con él, colocada para poderse ir ella a bailar libremente con algún chico que supongo le gustaba. Durante toda la canción me cruzaba con ella y no paraba de reírse, yo estaba cortadísima, cuando cesó la música, se acercó y me dijo que se reía porque había agarrado yo al chico de la forma que él lo tenía que haber hecho, pero no me dijo nada, mal empezábamos, pero ahí no termina la cosa, en un momento de la tarde sentí unas ganas enormes de ir al baño, ¡cómo decírselo!, ¡qué vergüenza!, así que callé y aguanté, en un descanso, muy caballero el, me ofreció tomar un refresco, yo iba temblando hacia la barra, pedí una naranja, le di un sorbo y lógicamente fue lo que colmó... mi vejiga, dejé el vaso en la barra, le dije: ahora vengo y salí corriendo, debió quedarse con cara de bobo, me fui a casa de mi tía, pero no me dio tiempo a llegar, ella no paraba de reírse, ¿qué te ha pasado?, era evidente, me dijo: quítate esa ropa, lávate, ponte otro vestido y vuelve al baile, así lo hice, cuando llegué todavía estaba en la barra esperando, me miró y me dijo ¿dónde has ido?, ¡tienes otro vestido!, yo sólo dije sí, se me ha manchado. Esto es lo que recuerdo pero estoy segura que el tiempo que quedaba hasta terminar se me debió hacer infinito.

Ahora me hace gracia recordarlo.