Otoño

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El Retiro (Madrid)

lunes, 19 de noviembre de 2007

AMOR Y CONVIVENCIA

Creo en el amor, pero no en el matrimonio.

Creo en el amor, pero tengo miedo a la convivencia.

Ni el amor, ni el cariño, ni la amistad, pueden ser una obligación, ni un deber, ni una promesa.

Tienen que ser sentimientos independientes de cualquier atadura, y la convivencia para mí lo es. Es como una "encerrona".

Me horroriza la idea de amar o querer a alguien con toda el alma y llegar a odiarle por no encontrar una "salida".

Tal vez sea exceso de romanticismo, pero quisiera poder tener estos sentimientos, de amor y cariño hacia alguien, toda la vida.

Hace años, un amigo me pidió en varias ocasiones que me casara con él, al ver que contestaba con evasivas me preguntó ¿por qué no quieres casarte conmigo?, le contesté que porque dejaríamos de ser amigos, fue una broma, una forma suave de dar una negativa, pero en el fondo había algo de verdad, la respuesta no la pensé, fue espontánea.

Pienso que la convivencia puede acabar con el amor y con la amistad.

Creo que todos necesitamos tener nuestro espacio, para poder vivir esos instantes tan íntimos, que no queremos compartir, por obligación, ni con quien más amamos.

No tienen que ser momentos importantes ni trascendentales, simplemente deseos de estar sola con tus silencios y meditaciones sin que nadie te perturbe.

Poder estar con esa persona sólo cuando ambos lo deseemos, ya sea un amor o una amistad. No quiero nada por "compromiso". Aunque sí por necesidad, necesidad de apoyo, necesidad de consuelo, necesidad de cuidados, entonces sí estaría dispuesta a acudir a una llamada, aunque en ese momento no fuera mi mayor deseo.

No me gusta que me agobien con preguntas que no quiero contestar, ni que me digan que tengo que hacer lo que no deseo, ni que opinen por mí, ni que pretendar saber cómo soy, sin admitir que puedan equivocarse, ni que me den consejos sin pedirlos.

Aun así, pienso que no soy un bicho raro, creo que muchas personas opinan lo mismo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El amor, muchas veces se disfraza. Me alegra que alguien sepa encontrar la verdad por debajo de los disfraces

Veneris dijo...

Y es que la magia sólo funciona cuando hay amor por ambas partes... todo lo demás es engañarse.

Besitosss

Patricia Cruzat Rojas dijo...

Yo creo que siempre estuve enamorada del amor. Mi matrimonio para toda la vida duró 8 años. No volvería a convivir con nadie que no fuera sea hijos.
Me acostumbré a mi espacio y ya es muy dificil cambiar eso.
No estoy sola, pero muchas veces me siento así...y desgraciadamente me gusta, aunque no sé cuanto.
No sabes como te entiendo, somos muchos los bichos raros.
Solo creo en el matrimonio de mis padres y mis abuelos. Ahora nadie está dispuesto a ceder tanto tiempo. Aunque envidio sanamente a los que sí lo hacen.
un abrazo
Paty Difusa

omar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ricardo Miñana dijo...

Espectacular imagen,
un placer pasar por tu casa
que tengas una feliz semana,
un abrazo.

alfonso dijo...

la convivencia implica perder un poco de la libertad de cada uno para conseguir otras cosas que no se podrian conseguir en soledad,por lo demas estoy de acuerdo con tus palabras(y puedes perderte en el faro, aunque mejor en invierno porque en verano tienen mucho bullicio)
un saludo

Ildefonso Robledo dijo...

Amiga, creo que cuando hay amor todo lo demas sobra...

Pero lo cierto es que las relaciones humanas, y la propia vida, son siempre complejas, pero el amor les endulza.

Un abrazo fuerte, amiga