Por fin la han soltado, lo estaba deseando pero casi fue peor ese primer momento que la prisión, salió toda dolorida, no tenía fuerza, se caía. Al dejarla en libertad, su "carcelero" le ha dicho que tiene que hacer ejercicio, moverse mucho, de arriba a abajo, de izquierda a derecha, que le dolerá, pero que tiene que ser así, si no le duele es que no lo hace bien.
Así que me he puesto manos a la obra, y nunca mejor dicho.
Y para celebrar que mi muñeca está libre de la escayola, nada mejor que una comida con amigos, y de postre... una QUEIMADA.
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas. Demos, trasnos e dianhos, espritos das nevoadas veigas...
E cando este brebaxe baixe por las nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa ialma e de todo embruxamento...
Espero que se haga realidad el conjuro.
Hasta ahora, y esto fue hace varios días, la muñeca rota sigue dándome la lata.