El pasado fin de semana fuimos a Zaragoza, había un encuentro de poetas y, aunque yo no lo soy, me colé entre ellos porque me gusta la poesía.
Por la mañana un paseo contemplando los monumentos de esa bella ciudad, también había una exposición de esculturas de Rodin por la calle Alfonso I
Por la tarde 25 poetas recitaron sus poemas, uno de ellos recitó también el de otro poeta que no pudo asistir, no falto el humor, la ironía, la ternura... y sobre todo el sentimiento, que en algunos momentos hacía que los ojos se llenaran de lluvia.
Pero contra todo pronóstico no llovió, y después de la cena en la que estábamos alrededor de cuarenta personas, entre poetas, amantes de la poesía, y algún que otro amante de algún poeta, muchos valientes nos fuimos a tomar la penúltima copa, o refresco, o cerveza, o café... al gusto.
Ya de noche, los veintiséis que quedábamos obsequiamos con una serenata nocturna a todos los zaragozanos que tuvieron la fortuna de pasar por la plaza de San Bruno, creo que se llamaba así, no encontramos ningún lugar en el que hubiera sitio para todos, así que nos sentamos en unos poyos de piedra que rodeaban la plaza, allí nos llevó las bebidas un camarero de un bar cercano, "no problem", y así finalizó la gran velada, un placer, y todo acompañado por una guitarra española, maravilloso, Sáinz de Baranda.....
Una noche de 25 de marzo, a las 21:08 horas, nació, hace ya muchos años, ¡cómo pasa el tiempo!, mi amor, mi vida, la persona más importante para mí, la más sabia del mundo... MI HIJO.
¡¡¡FELICIDADES!!! Como decía una canción... ojalá que te vaya bonito.