
Así me recibió Coruña
Las meigas no estuvieron conmigo en mi viaje a Galicia, pero sólo en lo concerniente a la meteorología, lluvias, vientos, frío, granizos...
El primer día mi amigo José Luis me llevó, junto con su ex, mi amiga Mª Fernanda y su hijo Fernando, en coche por todo el paseo marítimo, para verlo no podía ser de otra forma, bajé un momento, hice esa foto y casi me lleva el viento y me quedo congelada.

Monumento a John Lennon, jardines de Méndez Núñez.
¿Y por qué pongo esta foto?, primero porque John Lennon se lo merece, y segundo porque es obra de mi amigo José Luis.

Fuimos al Aquarium Finisterrae, a mí me dijeron que me llevaban a la casa de los peces, me gusta más este nombre.
A la entrada había una exposición de dibujos sobre los faros en los cómics, estaba muy curiosa, hice esa foto.
Merece la pena visitarlo, te ayuda a conocer el mar y a su gente. Había un panel que me llamó mucho la atención, apretando un botón, podías escuchar canciones marineras, preciosas y melancólicas.
En la parte de abajo está la sala Nautilus, que recrea el gabinete del capitán Nemo, parece que estuvieras sumergido en el mar, está muy bien ambientada.
En esta otra foto, aparece una graciosa raya en primer plano.

La Torre de Hércules, símbolo de Coruña, es el único faro romano del mundo en funcionamiento. Bueno, ahora no, al menos en parte, están de obras y no pude subir, sólo entré a ver la excavación arqueológica.

La Rosa de los Vientos, foto tomada desde la Torre.
Tenéis que ponerle imaginación.

Fachada típica de las casas de Coruña, es lo que más recordaba de mi última visita hace 20 años, además del faro, por supuesto, me gustaría tener una casita aquí.

Plaza de María Pita.
Es una preciosa plaza. Intentamos visitar el Museo de los Relojes que está en el Ayuntamiento, pero no pudimos porque al día siguiente iban los príncipes. Lo que sí hicimos fue firmar en un libro para que la Torre de Hércules sea declarada Patrimonio de la Humanidad. El próximo viaje espero no coincidir con personas tan importantes.


Un día fui a Santiago de Compostela, es una ciudad maravillosa, a los que la conocéis, no hace falta que os diga nada, y a los que no, sólo deciros que esas fotos no le hacen justicia.
Estuve paseando a pie, y también en un trenecito turístico, la segunda foto la hice desde él, este día no llovió pero hacía muchísimo frío, no se me ocurre más que a mi subir al dichoso tren.
O mi estupidez, o mi timidez, o mi inseguridad, o todo junto, casi me impide conocer a una amiga bloguera,
Frabisa, me armé de valor y quedé con ella a tomar un café en el pub Dublín, sólo por esto, hubiera merecido la pena hacer el viaje, es una mujer encantadora, una "rapaciña" estupenda, estuvimos hablando largo rato, enseguida parecía como si nos conociésemos de hace mucho tiempo. Es la primera persona de este mundo bloguero que conozco personalmente, me ha encantado conocerla.
El último día madrugué, quería ver amanecer en el mar. Ni amanecer ni gaitas, tampoco vi gaitas, había niebla, llovía y el día estaba gris, gris, gris.
A pesar de todos los pesares, el balance ha sido ¡POSITIVO!, ya tengo morriña.
Parte del encanto de los viajes está en el regreso, el reencuentro con tu gente, con tus amigos, con tu entorno, con tus cosas, pero esto no impide que se esté deseando emprender otro, incluso al mismo lugar.

Así me despidió Coruña