Puedo decir adiós para siempre
y luego volver,
no es que mienta,
es que cambié de idea.
Puedo decir que no me iré,
que seguiré siempre aquí,
y no volver jamás,
no es que mienta,
es que cambié de opinión.
Si digo que no sé lo que haré
que tal vez vuelva o tal vez no
aquí tampoco miento,
ni yo misma lo sé.
No me gustan los compromisos,
ni las ataduras.
Me gusta sentirme libre.